Hablar claro es el principio del camino hacia el éxito.

Qué logra el diseño web y cuándo renovarlo

Si al hablar de diseño web te han venido a la mente conceptos como estética, creatividad y colorido, no vas desencaminado. Aun así, afirmar que el diseño de una web solo tiene que ver con su apariencia estética es incompleto.

Aunque la creatividad puesta al servicio de la web es un factor clave, esta debe complementarse con su funcionalidad y usabilidad.

Como reza una famosa cita de Jeffrey Zeldman, un reputado diseñador pionero de las webs basadas en estándares: “El diseño sin contenido, no es diseño. Es decoración”.

Así es, en el diseño web se trabaja con los textos, el material gráfico, las tipografías, la estructura, los espacios en blanco o el color para conseguir los objetivos.

Hoy te contamos cómo influye el diseño en la interacción del visitante con tu web.

La experiencia del usuario también se diseña

Antes de comenzar a diseñar, se analiza el comportamiento de tus usuarios y se planifica una buena estrategia. En este punto, el equilibrio entre la funcionalidad y la optimización de los recursos es clave.

Una buena experiencia de usuario pasa por comprender lo que este necesita y satisfacerlo de la forma más sencilla posible. Para lograrlo, la navegación debe ser intuitiva.

Con un simple vistazo, el visitante debe ver claro qué le ofreces y tener la capacidad de encontrar lo que busca. ¿Se trata de una tienda online?

Diseño web

De ser así, todavía cobra mayor valor facilitar el proceso de compra y evitar que salga de tu web en busca de otras soluciones.

Por descontado, hay que cuidar la experiencia del usuario desde cualquier dispositivo electrónico, sea que acceda con un smartphone, tablet u ordenador.

¿Qué relación hay entre el diseño web y tu identidad digital?

Citando al prestigioso diseñador Christian Dior, “el estilo es una forma de decir quién eres sin tener que hablar”. Y no podemos estar más de acuerdo en el marco del diseño web: debe ayudarte a construir tu identidad. En pocas palabras, tu web actúa como tu portavoz en el entorno digital.

Cuando un usuario te encuentra a través de la web, ¿encuentra una extensión de tu empresa, o tu web no se parece en nada a tu negocio ni habla como lo hace tu equipo? Cuando contactas con un cliente potencial, ¿lo diriges a tu web o más bien la escondes porque te avergüenza?

La web debe formar parte de tu identidad digital y debe funcionar al mismo ritmo que tu negocio. Si no es así en tu caso, ha llegado el momento de pensar en rediseñar el sitio web.

Y si tu web actual te gusta, ¿por qué cambiarla?

A veces, el paso del tiempo hace que lo que un día funcionó, hoy ya no sea suficiente. Si es así, es una clara señal de que es el momento de renovar la web.

Tal vez han pasado varios años desde se creó tu web de 0, pero sigues viéndola actual. En ese caso, puedes sentirte satisfecho del trabajo que se realizó y no tienes ninguna obligación de cambiarla.

No obstante, en lugar de mirar con tu propia mirada, ¿por qué no intentas ver con los ojos de los clientes? ¿Qué crees que opinan ellos si comparan tu web con las de la competencia?

Subir la escalera del éxito con el diseño web implica acción constante: detenerse puede ser el principio de tu caída.

En cambio, la innovación y el factor sorpresa son imanes potentes a la hora de reclamar la atención de tu público y, por encima de todo, fidelizarlo.

Vender más, mejorar la reputación de tu marca o dar fluidez a la comunicación corporativa son beneficios adicionales de apostar por el diseño.

Haz un ejercicio de honestidad y evalúa sin excusas el estado real de tu web. Algunas preguntas que te ayudarán son las siguientes:

  • ¿Cuál es la velocidad de navegación?
  • ¿Sueles recibir contactos a través de la web?
  • ¿Representa de forma fiel la imagen de tu empresa y los valores que transmite?

Aquí te dejamos un test para saber si ha llegado el momento de renovar tu web.

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